Venta de rosquillas de San Blas

Posted on 16:13 by Vocalía de Juventud

Como todos sabéis, queda muy poco para la festividad de nuestro co-titular: San Blas, patrón de los males de garganta y de los laringólogos ocupa los desvelos de Nuestra Cofradía durante los días previos a la llegada de D. Carnal y Dña. Cuaresma.

San Blas, médico y obispo de Sebaste, Armenia, que hizo vida de eremita en una cueva del Monte Argeus.

Según cuenta la tradición, era conocido por su don de curación milagrosa: salvó la vida de un niño que se ahogaba al quedársele en la garganta una espina de pescado.

Se le acercaban también animales enfermos para que les curase, y estos no le molestaban durante su tiempo de oración.

Cuando llegó a Sebaste la persecución de Agrícola (gobernador de Capadocia) contra los cristianos (la última persecución romana), sus cazadores fueron a buscar animales para los juegos de la arena en el bosque de Argeus y encontraron muchos de ellos esperando fuera de la cueva de san Blas, a quien encontraron haciendo oración y le detuvieron.

Trataron en vano de hacerle renegar de su fe. En la prisión, Blas sanó a algunos prisioneros. Entonces ordenaron su muerte. Le arrojaron a un lago, pero dicen que San Blas, de pie sobre la superficie de las aguas, invitó a sus perseguidores a caminar sobre ellas y demostrarle así el poder de sus dioses. Todos se ahogaron. Cuando volvió a tierra (por orden de un ángel), fue torturado (colgado de un poste y lacerado con rastrillos de arar) y finalmente decapitado.

Su culto se extendió pronto por toda la iglesia. Es costumbre popular invocarle particularmente para remediar afecciones de la garganta.

Durante estos días, Nuestra Cofradía celebra la tradicional venta de rosquillas y recuerdos del Santo, durante todo el día, ininterrumpidamente, excepto a las horas en las que está cerrada la Parroquia de San Ginés.

Se celebrará el Triduo en su honor durante los días 1, 2 y 3 de Febrero, a las 19h.

Esperamos vuestra asistencia, en la medida en que cada uno pueda, pero cuanto más numerosa, mejor: se necesitan manos para colaborar en la venta y es muy gratificante ver la Iglesia lo más llena posible durante el Triduo.
Pero además, no os podéis privar de empezar el año comiendo las típicas rosquillas de San Blas. El frío es lo de menos.

No olvidéis llevar la medalla de la Cofradía.

Nos despedimos deseando veros por allí durante estos días, y con un refrán que nos viene muy al pelo para esta festividad:
"San Blas bendito, cúrame la garganta y el apetito". Con las rosquillas, el apetito está garantizado.

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